Exposición a movimientos en masa
   
 
 

Población y vivienda

Más de la mitad de la población de la Comunidad Andina (52%) está expuesta a movimientos en masa, ya que la cordillera, en toda su extensión, tiene algún nivel de susceptibilidad a ellos. A escala de país, la población expuesta a diferentes niveles de amenaza por movimientos en masa representa el 51% en Bolivia, 57% en Colombia, 50% en Ecuador y 47% en Perú. La población expuesta a amenaza alta corresponde al 10% de la subregión y representa el 3% en Bolivia, 16% en Colombia, 10% en Ecuador y 4% en Perú (Figura 4.2). La ocupación creciente de laderas y valles incrementa la exposición porque los usos del suelo implican cortes y terraceos que aumentan la susceptibilidad a deslizamientos, mientras que la deforestación incrementa el potencial de flujos de detritos que afectan a pobladores en el fondo de los valles, muchas veces localizados en la orilla de los ríos y en sus llanuras de inundación.

Cerca de la mitad de la población de cada país de la subregión está expuesta a diferentes niveles de susceptibilidad a movimientos en masa.

 

Fuente: Elaboración propia a partir de los mapas 32 y 7. Ver Memoria Técnica1

 

Infraestructura

La comunicación entre las poblaciones localizadas en la cordillera con regiones aledañas necesariamente implica cortes en las laderas que aumentan la exposición de los caminos y carreteras a los movimientos en masa. En muchas ocasiones la infraestructura, especialmente los puentes, no está diseñada para resistir el impacto de flujos de detritos.

La infraestructura de hidrocarburos, generalmente enterrada, también está expuesta a los movimientos en masa, ya sea por deslizamientos o por flujos de detritos que socavan los terrenos por donde pasa. Las redes de acueducto y desagües no solamente están expuestas, sino que en muchas ocasiones han demostrado ser un factor que incrementa la susceptibilidad, especialmente a los deslizamientos, por fugas de agua que saturan el terreno. Los procesos de urbanización en ladera llevan a que los deslizamientos ocurran años o decenios después de haberse instalado la infraestructura de aguas, lo que en muchas ciudades implica una exposición latente a mediano y largo plazo. La exposición de sistemas de acueducto es especialmente alta a flujos de detritos que colmatan bocatomas y deterioran o sacan de funcionamiento sistemas de tratamiento y conducción de agua potable.

Las inadecuadas prácticas de urbanización en ladera generan condiciones de riesgo a deslizamientos que se traducen en pérdidas o desastres años o decenios después.


Otros sectores

La alta exposición de estos y otros elementos de infraestructura vital afecta a todos los sectores por interrupción de los servicios que prestan: pérdidas de cosechas por falta de transporte, problemas de salud por déficit de agua potable, dificultades para los sectores de comercio y turismo, que sin excepción ocurren de manera frecuente, especialmente durante los periodos lluviosos propios de cada zona geográfica, y que pueden incrementarse notablemente durante episodios de El Niño y La Niña.

 

 

1La memoria técnica que acompaña el Atlas se encuentra en: www.comunidadandina.org, www.caprade.org.