Entre los principales elementos expuestos a las vibraciones sísmicas se encuentran las edificaciones e infraestructura, que pueden sufrir daños de acuerdo con su capacidad de resistencia, la cual depende de las condiciones de mantenimiento, de la calidad de los materiales y de la configuración o forma de distribución de sus elementos estructurales y arquitectónicos. Las vibraciones sísmicas también generan deslizamientos y efectos como la licuación de suelos arenosos que pierden momentáneamente su capacidad de sostener edificaciones.

El objetivo de esta sección es mostrar la exposición a la amenaza sísmica sin analizar los posibles daños, ya que éstos dependen de las variables expuestas anteriormente, lo que requiere hacer estudios a escala de mayor detalle.

Cincuenta y nueve millones de habitantes de la Comunidad Andina residen en zonas de amenaza sísmica alta.

Población y actividades productivas

El 59% de la población de la Comunidad Andina, 54 millones de habitantes, se asienta en zonas de amenaza sísmica alta. Los mayores asentamientos urbanos expuestos están en la costa pacífica de Ecuador y Perú y en los Andes de Colombia y Ecuador (Mapa 18). El porcentaje de población expuesta es proporcional a las unidades habitacionales e infraestructura básica y de servicios públicos expuestas, como redes viales, conducción energética y de comunicaciones, saneamiento y agua potable, edificios públicos como escuelas y universidades, e instalaciones vitales como hospitales y centros de salud.

Colombia y Perú tienen la mayor cantidad de población expuesta a amenaza sísmica alta, con 22,3 y 18,7 millones de personas, que representan el 52% y el 69% de la población total, respectivamente. Ecuador, con 13 millones de habitantes, tiene casi toda su población en amenaza sísmica alta, ya que alcanza el 97% del total. Bolivia tiene una parte marginal de su territorio en amenaza sísmica alta, que en población representa menos del 1% de sus 8,1 millones de habitantes (Figura 3.4).

Perú y Colombia tienen la mayor cantidad de habitantes en amenaza sísmica alta: con 18,7 y 22,3 millones, respectivamente.

La mayor concentración urbana expuesta a amenaza sísmica alta es el área metropolitana de Lima– Callao con 8,8 millones de habitantes en el 2009. Además, en Perú varias ciudades principales están en la misma condición: Arequipa, Trujillo, Chimbote, Chiclayo, Tacna, Moquegua, Piura, Pisco y Tumbes, entre otras. En Ecuador, casi la totalidad de las ciudades más importantes está en esta misma zona, incluyendo a Quito y Guayaquil. En Colombia, además de las ciudades costeras del Pacífico, donde se destacan Buenaventura y Tumaco por su alta concentración de población e infraestructura con altos niveles de vulnerabilidad, están las ciudades andinas, entre las que destacan Armenia, Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Manizales, Neiva, Pasto, Pereira y Popayán.
En Colombia el 28% de los habitantes (12,2 millones) están expuestos a amenaza sísmica media; en Perú, el 28% (7,6 millones); en Bolivia, el 16% (1,6 millones) y en Ecuador, el 5% (700 mil). Las zonas de baja exposición, localizadas al oriente de la cordillera de los Andes, comprenden especialmente las regiones de los Llanos Orientales y Caribe en Colombia, y la Amazonia, región compartida por los cuatro países. En ella está el 83% de la población de Bolivia, el 2% de la población de Colombia y menos del 1% de las poblaciones de Ecuador y Perú.

El 50% del eje vial troncal (carretera Panamericana) está expuesto a amenaza sísmica alta en Perú, Ecuador y el sur de Colombia.

Intercambio de bienes y servicios y movilidad

Vías

El 42% de las vías del Sistema Andino de Carreteras (Decisión 271 de la CAN), equivalente a 10 100 kilómetros, está expuesto a amenaza sísmica alta (Mapa 19). El 23% y el 35% del sistema están expuestos a amenaza sísmica media y baja y corresponden respectivamente a 5 700 y 8 300 kilómetros (Tabla 3.1).

El 50% de las vías expuestas a amenaza sísmica alta corresponde a los ejes troncales fundamentales en el comercio intracomunitario andino con Mercosur y Suramérica, dentro de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana, IIRSA. Se destaca la carretera Panamericana, que está en amenaza sísmica alta a su paso por Perú, Ecuador y sur de Colombia.

En Bolivia el 87% de la red vial, equivalente a 5 900 kilómetros, se encuentra expuesto a amenaza sísmica baja y el 13% restante, que corresponde a tramos estratégicos del eje troncal que comunica el país con Perú y Chile, a amenaza sísmica media. En Colombia el 41% de las vías que pertenecen al sistema andino de carreteras está expuesto a amenaza sísmica alta, mientras que en Ecuador lo están casi todas las vías del sistema, el 92%. En Perú el 67% de las vías se encuentra en amenaza sísmica alta y tan sólo un 5%, el tramo que comunica con el Brasil a través de Iñapari, está en amenaza sísmica baja (Figura 3.5).

Los daños más comunes en las carreteras causados por sismos son las deformaciones, los deslizamientos y la licuación de suelos. Los puentes pueden colapsar por falta de capacidad para resistir las fuerzas del sismo o por incapacidad para resistir los desplazamientos del suelo.

Fuente: Elaboración propia a partir de los mapas 12 y 7.

Puertos marítimos y fluviales

De los 26 puertos marítimos y fluviales más importantes de la Comunidad Andina, 12 están expuestos a amenaza sísmica alta (Mapa 19). De éstos, todos localizados sobre el océano Pacífico, 3 concentran el 83% de la carga movilizada: Lima-Callao en Perú, Buenaventura en Colombia y Guayaquil en Ecuador, con 15,4, 9,9 y 7,1 millones de toneladas movilizadas durante el 2007, respectivamente. Los 14 puertos expuestos a amenaza sísmica baja son los fluviales de Bolivia y Perú y los marítimos de Colombia sobre el Caribe.

Una de las principales causas de daños por sismo en los puertos es la licuación de suelos arenosos, poco densos y saturados de agua.

Aeropuertos internacionales

De los 25 principales aeropuertos internacionales de la Comunidad Andina existentes en el 2007, 11 están expuestos a amenaza sísmica alta (Mapa 20). De éstos, los que mueven más de dos millones de pasajeros al año son: Lima-Callao en Perú con 7,5 millones, Quito y Guayaquil en Ecuador con 4,2 y 3,2 millones, respectivamente, y Cali, en Colombia, con 2,4 millones. Los aeropuertos de las capitales de Bolivia y Colombia están expuestos a amenaza sísmica media.

Las tuberías y elementos enterrados se ven afectados por las deformaciones del suelo causadas por las vibraciones sísmicas, deslizamientos y licuación ocasionados por terremotos.

Infraestructura de hidrocarburos

La Comunidad Andina cuenta con 18 refinerías de petróleo, de las cuales 7 están expuestas a amenaza sísmica alta: las cuatro de Perú, dos de las cuatro de Ecuador (Esmeraldas y La Libertad) y una (Orito) de las cinco de Colombia (Mapa 21).

Aunque la mayoría de los oleoductos está en situación de baja o de media exposición, hay tramos importantes en zonas de amenaza alta que, especialmente en el caso de Ecuador, son relevantes. Por países, los tramos expuestos a amenaza sísmica alta son: el que transcurre entre la frontera de Bolivia con Chile y el puerto de Arica, donde se embarca el petróleo boliviano; el oleoducto transandino que une Orito (lugar de explotación) con Tumaco (puerto de exportación de petróleo), y parte del tramo que une a Villavicencio con Bucaramanga, en Colombia. En Ecuador está expuesto un tramo del oleoducto que une Nueva Loja con Quito así como el tramo Quito-Esmeraldas y el poliducto Quito-Guayaquil-Manta (Mapa 22). En Perú, un tramo del oleoducto que une Piura con la Amazonia, al oriente de la cordillera.

De los gasoductos, solo algunos tramos en Perú (Lima-Pisco) y en Colombia (Villavicencio-Bogotá y Neiva–Mocoa) están en alta exposición. Toda la infraestructura de gasoductos de Bolivia está en zonas de amenaza sísmica baja o media (Mapa 23).

Las líneas de interconexión eléctrica de Ecuador con Perú y Colombia se encuentran en zona de amenaza sísmica alta.

Generación y transmisión de energía eléctrica

El 55% de las líneas de transmisión eléctrica con capacidad superior a 100 kV, que suman más de 19 500 kilómetros, está expuesto a amenaza sísmica alta. De las 186 centrales hidroeléctricas y térmicas que hacen parte de los sistemas interconectados nacionales, el 35% está en amenaza sísmica alta; el 3%, en media y el 35% restante, en baja (Mapa 24).

En Bolivia el 93% de las líneas de transmisión y el 91% de las centrales están expuestas a amenaza sísmica baja. Al no tener interconexión con Perú y al estar en baja y media exposición frente a la amenaza sísmica, Bolivia tiene menores probabilidades de verse afectado, ya sea directamente o por lo que pueda suceder en los otros países.

En Colombia la exposición de las líneas de transmisión eléctrica y las centrales se distribuye entre un 20% y un 40% en cada nivel de amenaza sísmica. En Ecuador el 96% de las líneas de transmisión y el 87% de las centrales están expuestas a amenaza sísmica alta. En Perú el 72% de las líneas de transmisión y el 66% de las centrales están expuestas a amenaza sísmica alta, y el 28% de las líneas y de las centrales están en amenaza media.

Debido a que la infraestructura energética del sur de Colombia está en alta exposición, se podría interrumpir el suministro de energía a Ecuador. Por ello es necesario contar con sistemas de redundancia que permitan sortear los posibles daños. Ello implica contar con dos o más líneas de conexión entre los países.