Pérdidas históricas
   
 
 

Los procesos geológicos que generan los terremotos en los Andes ocurren desde hace varios millones de años. La información histórica disponible indica que desde la Colonia, finalizando el siglo XVI, cerca de 230 ciudades han sido gravemente afectadas. Aunque un terremoto puede generar efectos en varias ciudades, se puede decir que, en promedio, en la región andina en los últimos 480 años una ciudad ha sido gravemente afectada cada dos años.

Lima, Bogotá y Quito han sufrido daños en varias ocasiones con intensidades que produjeron pérdidas de vidas y daños graves o destrucción de las construcciones (Figura 3.6). Lima, la mayor ciudad de la subregión, ha sido afectada 12 veces, una vez cada cuarenta años en promedio; en 1587 y 1746 fue literalmente destruida.

Cada dos años, en promedio, una ciudad de la subregión andina es gravemente afectada por la ocurrencia de terremotos.

 

Fuente: Elaboración propia a partir de Catálogo de CERESIS (1992)

 

Lima, la ciudad más grande de la subregión, ha sido afectada gravemente el mayor número de veces: una cada 40 años, en promedio.

 

A partir del siglo XX los registros de daños muestran al Perú como el país con la mayor cantidad de desastres por terremoto. De los principales terremotos con víctimas mortales Perú tuvo 22, es decir, uno cada cinco años, seguido por Colombia, Ecuador y Bolivia.

Se destaca el desastre del 31 de mayo de 1970 en Perú, que generó cerca de 69 mil víctimas y daños graves en el norte del país. La mayoría de las víctimas fueron causadas por la avalancha generada por las vibraciones sísmicas que desprendieron masas de hielo del nevado Huascarán. El último terremoto, en agosto de 2007, produjo cerca de 600 víctimas, 94 mil viviendas destruidas y medio millón de damnificados (INDECI, 2008).

En Colombia los mayores terremotos ocurrieron en 1906 (Ecuador-Colombia) y 1979. Los últimos de gran impacto sucedieron en junio de 1994, con más de 500 víctimas por deslizamientos inducidos y crecientes del río Páez, y en enero de 1999 en el Eje Cafetero con casi 1 200 víctimas mortales y unas 40 mil viviendas destruidas.

En Ecuador se destaca el sismo de marzo de 1987, con graves impactos en las provincias del norte de la Sierra y el Amazonas, mil víctimas mortales, daños en los sectores agrícola e hidroeléctrico y destrucción de 40 kilómetros del oleoducto Lago Agrio-Esmeraldas.

En Bolivia ha habido tres terremotos con efectos graves durante el mismo siglo XX. El último fue en Cochabamba en mayo de 1998 con 75 muertos, miles de viviendas destruidas y múltiples deslizamientos.

El análisis en una ventana de tiempo más cercana y mejor documentada a partir de 1970, con fuente en bases de datos de pérdidas por desastres de DesInventar, permite afirmar que prácticamente no hay un año libre de terremotos con efectos menores, medianos o destructivos en la subregión y que Perú y Colombia tienen las mayores pérdidas de vidas y viviendas, seguidos por Ecuador y Bolivia (Figuras 3.7 y 3.8).

Aunque ha habido terremotos con efectos destructivos en zonas de amenaza sísmica media y baja, en general las pérdidas acumuladas se presentaron en la zona de amenaza sísmica alta, en la cual, además, se localiza buena parte de la población e infraestructura de la subregión. La gran mayoría de las víctimas y daños se han debido a sistemas constructivos frágiles y otras condiciones de exposición, por ejemplo zonas propensas a movimientos de masa inducidos por las vibraciones sísmicas (Mapas 25 y 26).

 

Profundizar y mejorar el conocimiento de la amenaza, aplicar normas de construcción sismo-resistente, estudiar la vulnerabilidad y fomentar medidas de reforzamiento deben ser acciones cotidianas.

 

Fuente: EPN (2008), ITDG (2008), OSC (2008) y OSSO-EAFIT (2008). Bases de datos de desastres, DesInventar. Escala logarítmica.
 
Fuente: EPN (2008), ITDG (2008), OSC (2008) y OSSO-EAFIT (2008). Bases de datos de desastres, DesInventar. Escala logarítmica.

 

Las pérdidas por terremoto registradas en las bases de datos de la subregión permiten afirmar que prácticamente no hay un año libre de terremotos con algún tipo de efecto sobre población y bienes.