Este evento ha sido denominado mundialmente como BLEVE (Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion) Explosiones de Vapores en Expansión y Líquidos en Ebullición. Todos los gases licuados del petróleo son envasados a presión y se almacenan a temperaturas superiores a los límites de ebullición. Al reducirse la presión interna hasta lograr un equilibrio con la presión atmosférica, el calor almacenado produce una rápida vaporización. La vaporización está acompañada por un proceso de alta expansión debido al cambio repentino de líquido a gas. Este fenómeno proporciona la energía suficiente para que internamente se presenten fuerzas que agrieten las costuras del recipiente y provoquen la explosión.
En algunas oportunidades las explosiones ocurren por deterioro o fatiga del material por causa de la corrosión (interna o externa) o por fuertes impactos.
Las magnitudes de la explosión dependen de la cantidad de líquido que se evapora al romperse el recipiente y del peso de los elementos del recipiente que son arrojados violentamente a un espacio determinado.
La mejor manera de evitar una BLEVE, es aplicar técnicamente una película de agua que sea capaz de enfriar las paredes del recipiente, disminuir la cantidad de calor interna y aliviar las presiones extremas interiores. Un buen diseño de una instalación garantiza en un alto porcentaje una seguridad relativa en cuanto al riesgo de explosión.
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Sección 3.4 - Mitigación
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