- El primer informe sobre el Impacto de los desastres en América Latina y el Caribe de la UNISDR y la Corporación OSSO, analiza 22 años de tendencias y estadísticas sobre desastres
en 16 países de América Latina y el Caribe (1990 al 2011).
- 99 de cada 100 registros de impacto por desastres son locales, pero sumados han costado a la región más del 90% de las pérdidas de viviendas y el 50% de las vidas humanas a
consecuencia de desastres.
- El crecimiento acelerado de población en lugares altamente expuestos a las amenazas naturales, la baja consideración de la variable riesgo de desastres en los procesos de
planificación del desarrollo y la falta de incorporación de la reducción del riesgo a todas las escalas y sectores, están entre las principales causas subyacentes de los
desastres.
Nota de prensa:
Fuente: UNISDR Las Américas
PANAMÁ, Panamá, 30 de octubre del 2013.- Hasta nueve de cada diez personas afectadas o viviendas dañadas, aí como la mitad de la pérdida de vidas
humanas por desastres en 16 países de América Latina y el Caribe, en las últimas dos décadas; son provocadas por los llamados desastres extensivos, asociados a eventos de escala local
(municipio o equivalente) y que usualmente no trascienden a nivel nacional o regional.
Así lo expresa el primer Informe sobre el Impacto de los desastres en América Latina y el Caribe - Tendencias y estadísticas para 16 países
entre 1990 y 2011, publicado hoy por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) y la Corporación OSSO, que aporta principalmente una comparación
regional y por país de las pérdidas acumuladas por desastres del tipo extensivos (de alta ocurrencia e impacto menor) y los intensivos (de baja ocurrencia y gran impacto), a partir
des de más de 83 mil registros históricos en casi 10 mil unidades olítico - administrativas locales, comúnmente conocidas como municipios.
Ricardo Mena, Jefe de la Oficina Regional para las Américas de la UNISDR, exprsó que "este informe es un logro sin precedente en la
región, y lo actualizaremos anualmente para contribuir al fortalecimiento de la creciente cultura de resiliencia de naciones y comunidades a todos los niveles y en todos los sectores."
Gracias a una metodología que sistematizó los datos agrupándolos en cuatro variables básicas (pérdida de vidas, personas afectadas, viviendas
destruidas y viviendas dañadas) el Informe comprueba que todos los días del año, en los últimos 22 años, se han presentado hasta 9 desastres en los países
estudiados, mismos que vistos individualmente parecen de impacto menor, pero que en su conjunto representan 99 de cada 100 del total de los registros de impacto por desastres y han destruido hasta 4
de cada 10 viviendas, causando la muerte de más de la mitad de las personas que perecieron a consecuencia de los desastres en la región analizada.
Los principales resultados del Informe reafirman la tesis de varias organizaciones, entre ellas la UNISDR, que sostiene que la cantidad de personas afectadas así como las
pérdidas por viviendas destruidas y dañadas, están creciendo en el tiempo y se están expandiendo geográficamente, tanto en la región en general como en
cada país en particular; especialmente a consecuencia de eventos de tipo hidrometeorológico y climático (lluvias, inundaciones, deslizamientos, olas de calor, sequías, etc.)
"Esta es evidencia irrevocable sobre el impacto de los desastres tanto por eventos relacionados con el riesgo intensivo como con el riesgo extensivo; de ahí que
instamos a todos los países y territorios a dotarse de información y bases de datos sobre las pérdidas provocadas por los desastres pequeños y muchas veces invisibles
que ocurren a escala local, además de aquellos medianos o grandes que por sus impactos son visibles y hacen noticia a nivel nacional e internacional", agregó el Sr. Mena.
Igualmente, el Informe estima pérdidas mínimas por 53 000 millones de dólares, tan solo en viviendas destruidas y dañadas, para el conjunto de países en 22 años, y subraya
que el aumento del riesgo de desastres en la región está directamente relacionado con causas subyacentes como el crecimiento acelerado de población en lugares altamente expuestos a las amenazas
naturales, la baja consideración de la variable riesgo de desastres en los procesos de planificación del desarrollo, evaluación de la inversión pública y ordenamiento territorial, y la
incorporación del tema a todas las escalas y sectores, entre otras.
El primer Informe sobre el Impacto de los desastres en América Latina y el Caribe - Tendencias y estadísticas para 16 países entre 1990 y 2011, es una
iniciativa conjunta entre la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) a través de su Oficina Regional para las Américas y de la Corporación OSSO, ONG
colombiana para las ciencias de la tierra y la prevención de los desastres, cuya principal actividad es el apoyo del grupo de investigación Observatorio Sismológico del Suroccidente (OSSO).
El primer Informe sobre el Impacto de los desastres en América Latina y el Caribe está disponible en su versión digital a través de:
Anexo Gráfico.1. Daños y pérdidas según el tipo de riesgo, 1990-20112
2. Frecuencia de las manifestaciones del riesgo, 1990-2011
3. Tendencias históricas regionales, 1990-2011
Notas del editor:
Los países incluidos en el Informe son Estado Plurinacional de Bolivia, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México,
Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y República Bolivariana de Venezuela
Un desastre extensivo causa la pérdida de menos de 25 vidas humanas o menos de 300 viviendas destruidas en un municipio o equivalente, asociadas al impacto de un
evento a escala local; mientras que un Un desastre intensivo es aquel que supera dichos umbrales.
Los 16 países incluidos en el informe fueron seleccionados porque cuentan con bases de datos históricas de desastres, homogéneas y con cobertura para los 22 años considerados.
En ellos se realizó un proceso de actualización, complementación, depuración y/o creación de registros
El cálculo de pérdidas por viviendas destruidas y dañadas resulta de avaluar en US$ 20 000 el costo de reposición de una unidad básica de vivienda y en un 25%, US$ 5 000, la
reparación de cada una dañada, sobre la base de 1 116 300 viviendas destruidas y 6 031 877 dañadas.
El documento aporta detalles estadísticos de utilidad para la implementación de políticas de reducción y gestión del riesgo, tales como que por cada registro relacionado con
riesgo intensivo existen 155 relacionados con riesgo extensivo.
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