Las Zonas de Vida son una expresión de las condiciones climáticas en función de la precipitación promedio anual, la evapotranspiración potencial y la altura sobre el nivel del mar. Las Zonas de Vida bosque seco tropical (bs-T) y bosque seco pre-montano (bs-PM), predominan sobre el área urbana, con límite hacia la cuenca del río Cañaveralejo, (hacia donde es mayor la precipitación media anual), como se evidencia al comparar los registros de las estaciones meteorológicas El Descanso y San Luis. Hacia los Farallones de Cali al SW, las Zonas de Vida se caracterizan por un aumento de la precipitación, que puede también observarse en la Fig. 5.
Estas Zonas pueden entenderse también como expresión directa de la necesidad de protección y recuperación de condiciones ecológicas: conservar y recuperar la vegetación y las cuencas hidrográficas como fuentes de agua; como amortiguadoras de avenidas torrenciales y para minimizar la erosión y el acarreo de sedimentos. Las Zonas de Vida son, además un indicador de las condiciones generales de meteorización de las rocas: para el mismo tipo de unidad litológica, la profundidad de la roca meteorizada es mayor cuando está expuesta a regiones de mayor humedad. Por esta misma razón, el potencial de inestabilidad de laderas puede ser más alto en ellas.
Los límites de las Zonas de Vida deben tomarse como indicativos ya que evaluaciones más detalladas sobre la distribución de los factores climáticos y de las asociaciones vegetales, podrán identificar microzonas - como de hecho existen aún en las zonas más secas - a manera de relictos de bosques; por ejemplo en las cuencas medias de los ríos Cali-Aguacatal y Menga.
La estación climatológica UNIVALLE (según datos para el período 1966-1994, C.V.C.), reporta máximos, promedios y mínimos anuales, del orden de 2.027, 1.427 y 850 milímetros de lluvia, respectivamente. En igual orden las temperaturas máxima, promedio y mínima absoluta son de 36,4 ºC, 24 ºC y 11,5 ºC, con promedios de máximos y mínimos absolutos de 34,6ºC y de 14,2 ºC. La humedad relativa promedio reportada es del 73%. Los valores de evaporación promedio tienden a superar los de la precipitación, de acuerdo con las condiciones que definen la zona de bosque seco tropical (bs-T), según Espinal, et al (1977).
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