El análisis multitemporal de los daños muestra que éstos siguen, de manera general, un comportamiento asimilable al del régimen mensual de precipitación en la ciudad (ver Fig. 6). Durante el primer semestre son más frecuentes en los tres primeros meses (los más secos), disminuyendo durante los siguientes, más lluviosos. Durante el segundo semestre ocurre el máximo de daños en agosto, un mes después de iniciado el segundo período seco, para disminuir de nuevo, relativamente hasta un valor bajo en diciembre.
Si como puede interpretarse, existe tal correlación entre la distribución temporal de los daños y el régimen de precipitación, la causa última debe buscarse en el efecto de las lluvias sobre los suelos, en características de sus comportamientos y en la interacción entre estos y las redes de acueducto.
De acuerdo con la información de la Figura anterior, también existe una correlación potencial entre el número de daños , características y propiedades de los suelos: depósitos aluviales más blandos y suelos contracto-expansivos. Estos últimos contienen un tipo de arcillas que al absorber agua durante los períodos más húmedos - en los cuales el nivel freático se localiza más cerca de la superficie del terreno - los hacen aumentar de volumen (se expanden), para luego contraerse durante los períodos secos, tanto por causa del descenso natural de la profundidad del nivel freático, como por efecto de la absorción de agua y evapotranspiración producida por la vegetación.
El desfase de cerca de un mes entre el mínimo de precipitación (julio) y el mayor número de daños (agosto), puede deberse a que los suelos no responden de manera inmediata a los cambios estacionales en el aporte de aguas lluvias - si se tiene en cuenta que ellos sirven de reserva de igual manera como sucede con los bosques y los páramos, en los cuales la vegetación y los suelos superficiales orgánicos acumulan agua en invierno para proveerla en verano -.
Los daños en las redes deben corresponder principalmente, a tuberías mecánicamente articuladas en las cuales, es conocido que éstos se producen en los períodos de contracción de los suelos es decir, en los períodos más secos del año.
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