Cada tipo de riesgo se trata mediante matrices sintéticas en dos fases: una de actividades de mitigación y otra de atención. En la primera se consideran las principales manifestaciones, en términos de amenazas y vulnerabilidades potenciales para cada evento y las actividades de mitigación/prevención respectivas. En la segunda se señalan los principales efectos esperables por la ocurrencia de un evento y las acciones de control de impactos.
Las instituciones indicadas como responsables en cada fase son, principalmente, una guía que indica cuales de ellas en cada caso tienen la mayor experticia, de acuerdo con el conocimiento y experiencias desarrolladas en la ciudad. Por supuesto, a partir de lo consignado en cada fase, es necesario fomentar el acercamiento y discusión entre las instituciones sobre su papel según cada tipo de riesgos, de tal manera que en el seno de reuniones, por ejemplo de las reuniones del CLE (Capítulo 2, Numeral 2.2), estos planes sean desarrollados y refinados.
En el futuro, en la medida en que se disponga de ellos, será necesario incluir otros planes, tales como los de mitigación de riesgos por contaminación, epidemias, plagas, y de otros fenómenos con potencial de desastre, así como el de incendios forestales.
Estas matrices han sido adaptadas del Plan General para la Atención de Emergencias (Galarza et al, 1989), conservando una breve descripción de cada tipo de riesgo y enfatizando en las acciones y medidas de mitigación y de prevención.
Nota: "Uso de tarjeta internacional" en los planes
de atención se refiere a la tarjeta de identificación
de víctimas, utilizada por los grupos médicos, paramédicos
y de socorro en casos de desastre.
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Sección 3.1
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