Mediante el acopio de información de archivos de prensa y de memorias (p. ej., Sarasti, 1983), así como por tradición oral de personas de 50 o más años de edad, el mapa representa una primera aproximación a la evolución de la inundabilidad, que por otro lado es expresión indirecta de las obras que la ciudad ha desarrollado para la protección de inundaciones. Hasta la década de 1950 cuando surgió la CVC y se iniciaron las obras de canalización y de contención de las crecientes periódicas del río Cauca, el nivel de sus aguas se encargaba de represar las de sus afluentes que a su vez inundaban los terrenos aledaños.
Para el Distrito de Riego o de Drenaje de Aguablanca, al Oriente, se previó inicialmente un jarillón (dique) que permitiera una inundación en 10 años. De esta manera, las cosechas de los suelos agrícolas de la zona minimizaban el riesgo de pérdida que podía ser de hasta dos inundaciones por año. Posteriormente el dique se elevó y con la entrada en operación del embalse de regulación de Salvajina, cuyo llenado se inició en 1985, se estima que el nivel de seguridad es de una inundación en 100 años. Este nivel de seguridad también tiene en cuenta que sobre la margen derecha (municipios de Puerto Tejada y Candelaria) sólo existe parcialmente el jarillón y, por lo tanto, las aguas pueden desplazarse hacia esos terrenos. Sin embargo, teniendo en cuenta que existen planes y actividades de ocupación urbanística, lo más probable es que en el futuro el río esté contenido entre dos diques continuos.
Escenarios de inundabilidad más realistas, y de las vulnerabilidades y riesgos asociados, deben tener en cuenta los siguientes aspectos y actividades principales:

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Sección 4.24
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