Producto de estudios contratados por Planeación Municipal, en la Comuna 1 se dispone de áreas urbanizables en las cuales la prioridad es la relocalización de familias en zonas de muy alto riesgo. Al contrario, en la Comuna 20, caracterizada por altas densidades de población y de vivienda (Figs. 34 y 35), no se dispone de áreas urbanizables. En el pasado, a raíz de emergencias y desastres en zonas de ladera, como en el barrio Brisas de Mayo en la Comuna 20, en el Bajo Aguacatal en la Comuna 1 y Los Chorros en la 18, el Municipio asignó lotes en la zona de Aguablanca. Aún cuando no se dispone de estudios sociológicos detallados, esta alternativa no es del agrado de los pobladores pues los aleja de sus relaciones comunitarias y de la cercanía a zonas de la ciudad en donde tienen más opciones laborales. Además, la población migrante (regional y de traslados internos en la ciudad), parece buscar hábitats similares a los de sus lugares de origen: por ejemplo, campesinos de montaña del Cauca y de Nariño en las zonas de ladera y población del Pacífico en las zonas bajas y planas. Un ejemplo de ésto último lo ilustra el hecho en el que a raíz del terremoto y tsunami de diciembre de 1979 en la Costa del Pacífico, llegaron los primeros inmigrantes que se localizaron en cercanías de caños y de la Laguna del Pondaje en el Distrito de Aguablanca.
En este orden de ideas los planes de relocalización deben ser diseñados procurando satisfacer necesidades socioeconómicas y culturales y realizando un gran esfuerzo con comunidades y dirigentes para proteger de nuevas ocupaciones las áreas de reubicación, incluyendo medidas que permitan que los pobladores las usen y disfruten colectivamente, tales como áreas verdes, de "bosques comunitarios" o de parques recreativos dotados de infraestructura liviana. Acciones de este tipo, en el marco de Planes de Prevención y de Diagnósticos Ambientales por Comuna verdaderamente desarrollados por los pobladores comprometidos, de tal manera que ellos se apropien de una visión de las ofertas y amenazas de su territorio, pueden ser la mejor garantía para avanzar hacia una ciudad más segura y con menores desajustes entre los procesos sociales y ambientales.
![]() |
Sección 4.46
![]() |