Plan para la mitigación de riesgos en Cali
4.47. Programa Líderes Prevencionistas

4.47. Programa Líderes Prevencionistas

El impulso a la participación comunitaria en el cotidiano de la prevención de desastres se ha desarrolldo a lo largo de la última década. La política de hacer de las comunidades actoras de la prevención, contra la tendencia imperante de considerarlas sujetos de las acciones institucionales y gubernamentales, partió de comprender la necesidad de superar la visión socorristaatencionista tradicional así como de aceptar la imposibilidad real, frente a pequeños y grandes desastres o emergencias, de proveer una oportuna acción por parte de los organismos del Estado. Este proceso se ha visto fortalecido por nuevas realidades politicoadministrativas que empiezan a posibilitar un fuerte papel de interlocución y toma de decisiones a las comunidades mismas.

Después de ensayos piloto de participación de la comunidad en barrios sujetos a amenazas y riesgos por deslizamientos e inundaciones, realizados en el periodo 1987-1989, el CLE optó por difundir estas experiencias mediante cursos semestrales para líderes de las comunidades. Cerca de 3.000 asistentes de ellos se encuentran hoy dispersos en la ciudad y en más de una ocasión, han sido los primeros en reaccionar frente a emergencias y de servir de enlace con las instituciones operativas.

En 1993 se agruparon 70 taxistas urbanos, la mayoría con sistemas de comunicación por radio, a los cuales se les dió el curso básico de prevencionistas. De manera inesperada por las instituciones, estos "taxistas prevencionistas", reaccionaron (un viernes en la noche, cuando sus opciones de trabajo son mayores en una ciudad rumbera como Cali) y formaron una cadena con muchos otros vehículos y llevaron a cabo una evacuación masiva en la Comuna 8, en la cual se había producido un escape de gases clorados a través del sistema de alcantarillado. El saldo final de esta positiva experiencia no ha quedado suficientemente documentado, gracias a que lo que pudo ser un desastre de grandes proporciones se redujo a menos de 3 muertos y cerca de 500 axfixiados, que pudieron ser atendidos oportunamente. Lo que importa destacar es la capacidad de reacción solidaria y organizada cuando núcleos de la población han podido elevar sus niveles de conocimientos en materia de mitigación de riesgos.

En el sentido anterior sería conveniente, tal y como ya existe por experiencias de largos años en otros ámbitos de la Cultura (p. ej. Instituto Popular de Cultura de Cali), promover una especie de "Escuela Popular para la Convivencia, el Medio Ambiente y la Mitigación de Riesgos". Una iniciativa de este tipo requiere aunar esfuerzos entre dependencias del Municipio (DAGMA, Secretaría de Gobierno, Convivencia y Seguridad, Secretaría de Educación, DAPM), y organizaciones comunitarias, del sector no gubernamental y de las universidades.


Fig 47. Programa Líderes Prevencionistas
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Sección 4.46 Conclusiones y Recomendaciones