La ciudad se emplazó y desarrolló durante casi 400 años sobre suelos de buenas propiedades geotécnicas, en el denominado Cono de Cali. De hecho, las avenidas torrenciales del río Cali, las inundaciones del Cauca y sus afluentes, y los terremotos fueron hasta hace poco los fenómenos de origen geológico más importantes en la ciudad. Sin embargo, a partir del inicio de la urbanización de sectores del piedemonte, los deslizamientos se han vuelto cada vez más frecuentes.
Esta macrozonificación es el producto de integrar unidades geológicas (Fig. 9) que, grosso modo, reunen características similares desde el punto de vista de su estabilidad, grado de alteración y propiedadaes geotécnicas. Sin embargo, debido a que los depósitos aluviales y de la llanura de inundación del río Cauca (en azul) pueden presentar drásticas variaciones en sus propiedades, se representan más detalladamente en la Figura 38.
Los problemas identificados de inestabilidad de vertientes en la ciudad ocurren en todas las unidades geológicas cartografiadas, principalmente asociados a procesos de urbanización sobre pendientes moderadas a fuertes, por cortes (banqueos, terraceos, sobre-empinamiento de taludes), por deforestación de las laderas, por vertimento de desechos de minería, y por escapes de acueductos y sistemas de disposición de aguas servidas.
La cota de 1.000 metros sobre el nivel del mar es indicativa, en primera aproximación y con excepción del extremo Sur de la Figura, del piedemonte a partir del cual las condiciones naturales (pendientes, presencia de rocas meteorizadas), y opciones de recursos (minería, abasto de agua, calidad del ambiente, etc.), imponen restricciones al uso urbanístico del suelo (ver Fig. 37).
Al Oriente, sobre la llanura de inundación del río Cauca, en donde predominan los suelos blandos generados por depósitos geológicamente jóvenes y las madreviejas o meandros abandonados, las propiedades geotécnicas, tales como la capacidad portante y el potencial de asentamientos, el potencial de licuación de suelos por vibraciones sísmicas y los altos costos de urbanización con requerimientos de redes de drenajes con sistemas de bombeo, no hacen recomendables estos terrenos para desarrollos urbanísticos. Allí, como lo contemplaban pasados planes de desarrollo, debería mantenerse la vocación agrosilvopastoril y de protección ecológica (ver también Figuras 24, 38 y 46).
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